Apta para ser profesora
Empiezo a sentir esa armonía dibujándose a través de una sonrisa en mi cara. Hay momentos en silencio que siento como una ola me invade de fuerza y valentía, rompe con ganas y hace un ruido que atormenta toda debilidad que se encuentra a su alcance. Aunque también, hay momentos en silencio de tristeza y de vacío, donde la ola que ha pasado deja una resaca latente que me hace cuestionar el sentido de mi vida. Pero aprendo a aceptar los dos silencios. Son parte de mí y los observo con cariño. Este lunes he alcanzado mi mayor meta académica, abriéndose paso una nueva oportunidad laboral que nunca me había planteado hasta que realicé las prácticas. Ha sido genial haberlo conseguido aunque siempre sentiré que me ha faltado una puntillita de perfección. No lo puedo evitar pero al final me rindo y me siento orgullosa gracias a mi entorno, que es quien me recuerda que ha sigo un increíble resultado para el esfuerzo que le he podido dedicar. A mayores me acompañaba ...