Una noche cualquiera de otoño
Apago la tele, este último capítulo de la temporada me acaba de dejar hipnótica y tengo ganas de ver el siguiente pero ya es hora de meterme en cama. Dejo la bandeja de la cena en la cocina, le doy un beso a Asha de buenas noches, me lavo los dientes y me hago mi pequeña sesión de yoga antes de meterme en cama. Normalmente leo hasta que se me cierran los ojos pero hoy tengo ganas de escribir un poco. Es extraño como la mente va razonando todo lo que te va pasando en el tiempo. Reaccionas ante los estímulos dependiendo de lo que has aprendido como normal hasta el momento. Parece muy intenso cuando lo vives y no le encuentras explicación pero según pasan los días, todo calma y parece que tiene sentido. No sé si el sentido que le doy es real o que mi mente intenta protegerse argumentando un porqué de las cosas. Estoy intentando calmar mi mente y no resulta fácil. Aprendo a aceptar esa inquietud constante y me voy poniendo distintos retos para ver si soy capaz de aclararme un poco más...