Vuelta al trabajo

Pero una vuelta diferente, sin muchas o pocas ganas, aceptando que tengo que ganar dinero y que mi trabajo por suerte me aporta en mi día a día muchas cosas. Tengo una habilidad social que me he currado mucho a lo largos de estos años y dediqué mucho esfuerzo en matizar el carácter de cada cliente nuevo. Así consigo que confíen, les encante el resultado y valoren mi esfuerzo. Tengo un feedback con cada uno de ellos, porque antes de salir por la puerta me dedican una sonrisa de agradecimiento que vale más que el dinero que me pagan.

Con los años conseguí confiar en mi profesionalidad y en dejar que fluya cada sesión, quería que estuviera todo controlado y me creaba mucha tensión por dentro y un agotamiento al final del día que no sé como aguantaba tanto tiempo. Porque ahora lo que me apetece es tranquilidad, quitar la multitarea y la carrera en conseguir muchas metas en poco tiempo. 

Acepto que no me da tiempo a hacer todo y priorizo lo importante cada día. Se nota que los lunes no siento tanta ansiedad como antes, voy directa al grano con las personas que necesito que me contesten y poco a poco voy confirmando la agenda. 

Ante los errores, también los he aceptado, en todo este tiempo me he equivocado en dar dos citas a la vez, he llegado tarde a la cita por quedarme dormida u olvidarme directamente, en no tener el diseño preparado o hacerle esperar al siguiente cliente. Pero fueron contadas las ocasiones por lo menos desde que estoy en el nuevo estudio. Podría acordarme de cada una de esas veces y tiene que ser porque han sido situaciones excepcionales que al final mis clientes entendieron perfectamente.

Así que... qué mas puedo pedir, mi negocio funciona y estoy en un mes que pese haber descansado una semana creo que voy a batir récord de ingresos. Me hace pensar en el sentido que tiene para mí ahora al haber alcanzado la meta.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Tres semanas con tres agradecimientos escritos diarios

Con isto da movida, haiche moito ye-yé

Para los biólogos